Si tus talones se ven agrietados y dañados con este truco podrás sanearlos. Para tener unos talones suaves corta por la mitad una cebolla. Retira la parte del centro de cada una de las dos partes de la cebolla y en el hueco que queda introduce sal y zumo de limón. Una vez que hayas dejado actuar todo unas 8 horas, frota cada mitad de cebolla en los talones (lo importante es frotar con el líquido que suelte la mezcla, así que no lo tires). ¡Te encantará el resultado, tus talones se notarán suaves y tus pies lucirán increíbles!
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