Para conservar las esponjas de ducha en perfecto estado y que duren más tiempo es muy importante lavarlas regularmente y blanquearlas. Por ello te traemos dos trucos muy sencillos para limpiarlas. ¿Quieres conocerlos? Toma nota:
Para ello puedes sumergirlas toda una noche en un recipiente con agua y el zumo de tres limones grandes.
Otra alternativa menos natural sería sumergirlas toda la noche en un recipiente con agua al que habrás añadido un chorrito de amoníaco. Enjuágalas bien al día siguiente y recuperarán su lozanía.
Con estos sencillos trucos, tus esponjas de ducha quedarán impecables y libres de suciedad.
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