Si no hay ninguna afectación médica inicial y si tenemos claro que los calambres no se deben a un efecto secundario de alguna medicación, generalmente los calambres musculares suelen ser en la mayoría de los casos, falta de magnesio. Actualmente la dosis diaria recomendada de magnesio para un adulto es de 275 mg. Aunque la necesidad de este mineral puede ser mayor en determinadas circunstancias (embarazo, crecimiento y lactancia). Un buen remedio sería tomar unos 20 gr de almendras al día.
Los arándanos contienen un gran cantidad de antioxidantes, que ayudan a eliminar los radicales libres que se puedan acumular en nuestros músculos, ayudándonos a prevenir o calmar los calambres musculares.
También es muy importante estar bien hidratado, siempre debes beber sin tener sed. Cuando tienes sed, es que ya has llegado al límite. Un buen truco es beber unos sorbos cada hora.
Una vez tienes el calambre, lo más efectivo es estirar todo lo que puedas el músculo. Por ejemplo, si el calambre es en la pantorrilla, tira de los dedos de los pies hacia ti, para que el músculo quede lo más estirado posible.
Bebe agua o algún tipo de bebida isotónica, para cubrir la deshidratación y la posible pérdida de electrolitos. Te recomiendo probar esta receta de bebida isotónica casera.
También es efectivo aplicar un poco de hielo en la zona, mientras realizas los estiramientos. Con esto reducimos el flujo sanguíneo, lo que ayudará a relajar el músculo.
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