Con los cambios de edad y físicos de los niños, la ropa y zapatos quedan pequeños. Es por ello que muchas veces solemos desperdiciar algunos complementos que casi no han sido usados. Un ejemplo son las botas de agua. A continuación te contamos un truco para reciclarlas.
Si las botas de agua de tus hijos se han quedado pequeñas las puedes reutilizar como macetas para flores. Haz unos agujeros en la suela para que drene bien el agua y procura que la tierra entre bien, sobre todo en la puntera. Puedes juntar botas de varios colores y clavarlas intercaladas en la pared de la terraza o balcón. Incluso puedes dejarlas en el suelo, quedará de lo más decorativo. ¡Te encantará el resultado!
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